Cuidar el Medio Ambiente y de paso cuidar e mercado:
¿Cómo ser un emprendedor ecológico?
¿Se puede ser emprendedor y ecológico? Una ecuación difícil
pero posible.
Desde hace algún tiempo, ser un
emprendedor ecológico es una tendencia que ha ido creciendo en el tiempo. El
hecho de que cada vez más se valore la buena relación con el medio ambiente ha
hecho que los emprendedores en sus planes e ideas de negocio tengan contemplado
una relación amable con la naturaleza.
Hoy en día ser un emprendedor
ecológico constituye una ventaja competitiva.
Tanto por una genuina intención
de cuidar el medio ambiente o como consecuencia de las cláusulas de impacto
ambiental que muchas veces están incluidas tanto en los requerimientos de
instalación de proyectos industriales como en los pactos económicos actuales
como los tratados de libre comercio, lo de ser un emprendedor ecológico ya es
parte del mundo empresarial.
Esta tendencia de cuidar el medio
ambiente, también la puede incluir el emprendedor, ya sea como sello de
presentación en el mercado o en su práctica cotidiana. En el caso de que decida
ser un emprendedor ecológico, lo ideal es que siga los siguientes pasos,
vinculados al actuar del día a día.
El primer paso es juntar a sus
empleados y comenzar a inculcarles la idea de ser parte de un emprendimiento ecológico.
Esto significa en la práctica comenzar a generar en el emprendimiento una serie
de prácticas cotidianas como el ahorro energético, usar material reciclable y
cuidar el agua, entre otras prácticas amistosas con el medio ambiente.
Un segundo paso es cuidar el
consumo de energía eléctrica. Es sabido que para generar electricidad se usan
muchas veces recursos no renovables como petróleo y carbón, es por ello, para
evitar su agotamiento y ahorramiento es comenzar a ahorrar energía eléctrica.
No dejar la luz prendida o tener prendido las computadoras del emprendimiento
ayudará a ahorrar el consumo energético. Esto es también válido para el consumo
de agua y gas.
Un tercer paso es cuidar la
generación de emisiones de C02. Todos los emprendimientos, aunque usted no lo
crea, generan emisiones de CO2, como consecuencia del consumo de luz y gas,
además del uso de vehículos. Aunque es difícil en términos reales cuantificar
el consumo, lo ideal es comenzar el ahorro lento y paulatino de lo que genera
emisiones de C02.
Un cuarto paso es clasificar la
basura que genera el emprendimiento. Para ayudar a las labores de reciclaje, lo
ideal es que en el emprendimiento se pueda clasificar la basura entre orgánica
e inorgánica. Para distinguir los dos grandes tipos de basura, hay que decir
que la basura orgánica son los desechos de comida y la inorgánica el papel, el
plástico y el vidrio entre otras.
Un quinto punto y final es buscar
acreditarse ante organismos o organizaciones no gubernamentales como un
emprendimiento ecológico. Logrando este reconocimiento podrá usar dicho aval
para poder venderse como un emprendimiento ecológico.