martes, 10 de julio de 2012


El fin del Principio: Empiece a construir su empresa visionaria!!!




1. Pinte todo el cuadro

Las compañías  visionarias no dependen de un programa, estrategia, mecanismo, normal cultural,  gesto simbólico o discurso  de un presidente  para preservar  el núcleo  y estimular el progreso. Lo que vale es todo el conjunto.


2. Sudar con las cosas pequeñas

La gente no trabaja día tras día en el cuadro total.  Trabaja en los detalles de su compañía y de sus negocios.  No es que el cuadro total no sea importante sino que las cosas pequeñas son las que producen una gran impresión, las que transmiten señales poderosas.


3. Agrupar, no dispersar

Las compañías visionarias no adoptan al azar los mecanismos o los procesos. Sólo instalan piezas que se refuerzan las unas a las otras, agrupadas para ejercer colectivamente una fuerza poderosa. Buscan sinergia y enlaces.


4. Siga su propia inclinación aunque vaya contra la corriente.

La alineación significa  ante todo guiarse por su propia brújula, no por las normas, prácticas, convenciones, fuerzas, tendencias,  modas  pasajeras  o  consignas  del mundo exterior. No es que usted deba hacer caso omiso de la realidad –todo lo contrario--, pero en su trato con la realidad, su compañía se debe guiar por la ideología y las aspiraciones que ella misma ha definido.


5. Eliminar desalineaciones

Si usted le echa una mirada a su compañía en este momento, probablemente podrá señalar por lo menos una docena de casos de desalineación con su ideología central o que impiden el progreso—prácticas “inapropiadas” que, de algún modo, se han ido infiltrando.


6. Conservar los requisitos universales cuando invente nuevos métodos

Una compañía necesita tener una ideología central para poder ser una compañía visionaria.  También debe tener un incesante impulso para el progreso. Y, finalmente, tiene que estar bien diseñada como organización para preservar el núcleo  y estimular  el progreso,  con  todas  las piezas claves funcionando alineadas.


Los constructores  de  compañías  visionarias  suelen  ser simples – algunos dirían simplistas – en su aproximación a los negocios.  Pero simple no quiere decir fácil.



Fuente: "Empresas que perduran", Jim Collins.-