Etapas en la creación de una visión compartida
Seguidamente les presento un modelo que nos permitirá trabajar
el proceso de generación de la
visión en cualquier organización, pero siempre
hay que tener en cuenta cuál es la madurez del grupo para un cometido
tan importante y no olvidar nunca que no
habrá cambio exitoso si no hay formación
para el cambio.
• Etapa “0”:
Preparar las mentes: en esta etapa se facilitará información sobre el
proceso de generación de una visión
compartida. En este punto, la asunción del liderazgo por parte del equipo directivo es esencial, estableciendo el
camino a recorrer y lo que se precisa de
cada uno. Toda idea surgida del grupo es del grupo, y no de tal o cual persona,
lo que producirá gran implicación en el
proyecto.
• Etapa 1: Análisis
interno y externo de la organización:
Fortalezas y Debilidades.
Qué hacemos mejor y
qué nos diferencia de la competencia y… los que prefieren la
competencia ¿por qué la prefieren?
• Etapa 2: Análisis
de los valores que nos han ayudado a estar donde estamos: qué valores están presentes,
cuáles nos sirven, cuáles no, cuáles
tendremos que crear, cómo haremos
su difusión…
• Etapa 3:
Grandes tendencias del entorno y de la sociedad: en qué medida son un peligro o una oportunidad para
nosotros los cambios que podemos
imaginar (es fundamental manejar información prospectiva sobre nuestro sector y sobre las tecnologías
emergentes). Qué cambios esperamos en la sociedad y cuáles son los que estamos dispuestos
a aceptar.
• Etapa 4: Visión
de la organización: cuál es nuestra
visión. ¿Es compartida nuestra visión de la organización? ¿Por qué?
• Etapa 5:
Elaboración de la estrategia: para
alcanzar ese futuro soñado y posible.
Selección de prioridades y de los
mejores escenarios posibles.
• Etapa 6:
Identificación de Obstáculos:
Externos: sorpresas,
rupturas, diferencias imprevistas...
Internos: inercia,
cambio de los decisores,
individualismos, capillitas…
Una vez identificados, deberá disminuirse
al máximo posible el impacto de
cada uno de ellos.
• Etapa 7:
Acciones concretas de todos los participantes: ésta es una etapa de Toma de Decisiones sobre elementos clave en la organización, ya que ahora disponemos de una panorámica total de la
organización. Los compromisos deben ser
asumidos por los participantes y por la
organización.
Es indispensable la coherencia directiva entre lo que se
piensa y lo que se hace: frecuentemente, en las empresas existe una
incoherencia o contradicción entre lo que se dice que se hace y lo que
realmente se hace, provocando confusión, desilusión, falta de compromiso y
absentismo físico o psíquico por parte de colaboradores y empleados. Deberemos
ser coherentes con los mensajes que transmitimos y con nuestras actuaciones
como directivos, esa es una característica determinante del liderazgo personal
y organizacional.