viernes, 8 de junio de 2012


LECCIONES PARA PRESIDENTES, GERENTES Y

EMPRESARIOS



1. “¡Ensayarlo –y pronto!”
Cuando haya duda, variar, cambiar, resolver el problema, aprovechar la oportunidad, experimentar, ensayar algo nuevo (compatible, desde luego, con la ideología central), aunque no se pueda predecir exactamente cómo van a resultar las cosas. Hacer algo. Si una cosa falla, probar otra. Corregir. Ensayar. Hacer. Ajustar. Moverse. Actuar. Pase lo que pase, no  quedarse  quietos.  La  acción  vigorosa, especialmente en respuesta a oportunidades inesperadas o problemas específicos del cliente, crea variación.

2. “Aceptar que se van a cometer errores”.
“El secreto, si  es  que  lo  hay, es  desechar  los  fracasos  apenas  se reconocen, pero hasta los fracasos tienen un valor…  Uno puede aprender de los éxitos, pero cuesta trabajo.

3. “Dar pasos  pequeños”.
Desde luego, es más fácil tolerar el fracaso de un experimento si no es más que eso: un  experimento,  no un  gran  fracaso  corporativo. Tenga presente que pequeños pasos incrementales pueden ser la base de grandes virajes estratégicos.

4. “Darle a la gente el espacio que necesita”.
Cuando se les da a los empleados suficientes espacio para actuar, nunca se sabe qué van a hacer…  y eso es bueno.

5. ¡Mecanismos—construir relojes que anden!
Encontramos   que   muchos   gerentes   subestiman    la importancia   de   esta   quinta   lección,   y   no   traducen sus  intenciones   en  mecanismos   tangibles. Piensan equivocadamente  que  les  basta  con  fijar  el  “tono  de liderazgo”  apropiado  para  que  la  gente  experimente  y ensaye cosas nuevas.  No es así.  Se necesita algo más. Se necesita instaurar mecanismos que sigan estimulando y reforzando la conducta evolutiva. ¡Relojes que anden!


Fuente: "Empresas que perduran", Jim Collins.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario