miércoles, 6 de junio de 2012


Doce Mitos Desbaratados




Todo líder individual, por carismático o visionario   que sea, al fin se muere; todos los productos y servicios –todas las grandes  ideas”—al   fin  se vuelven obsoletas. 

En efecto, mercados enteros pueden volverse obsoletos y desaparecer

En cambio,  las  compañías visionarias prosperan durante largos periodos de tiempo.


Mito 1:
Se necesita una gran idea para empezar una gran compañía.

Realidad: Empezar una compañía con una gran idea” podría ser una mala idea.  Pocas compañías visionarias empezaron con grandes ideas.


Mito 2:
Las compañías visionarias  necesitan  grandes líderes visionarios y carismáticos.

Realidad:  Un líder carismático visionario no se necesita en absoluto para una compañía visionaria.   Por el contrario, puede ser perjudicial para sus perspectivas a largo plazo.


Mito 3:
Las compañías de mayor éxito existen principalmente y ante todo para maximizar utilidades.

Realidad:   Al contrario  de  lo  que  sostiene  la  doctrina  de las facultades de administración  de negocios, maximizar la riqueza de los accionistas o maximizar utilidades no ha sido la fuerza impulsadora dominante ni el objetivo primario en la historia de las compañías visionarias. Estas persiguen un grupo de objetivos, de los cuales  hacer dinero es solo uno, y no necesariamente el principal.


Mito 4:
Las compañías visionarias comparten un subconjunto común de valores básicos “correctos”.

Realidad:  No hay  ningún   conjunto “correcto”  de valores básicos para ser una compañía visionaria.  Dos compañías pueden tener ideología radicalmente distinta y, sin embargo, ser ambas visionarias.


Mito 5:
Lo único constante es el cambio.

Realidad: Una compañía  visionaria preserva casi religiosamente su ideología básica, y es muy raro que la cambie.  Los valores básicos de la compañía constituyen un fundamento sólido como una roca, y no fluctúan al azar junto con las tendencias y las modas del día.


Mito 6:
Las mejores compañías son muy prudentes.

Realidad: Las compañías visionarias pueden parecerles cautelosas y conservadoras a los de fuera, pero no temen comprometerse con grandes metas.  Tal como escalar una gran montaña o viajar a la Luna, estas metas pueden ser amedantradoras, y tal vez arriesgadas, pero la aventura, le emoción y el reto que entrañan estimulan a la gente, la ponen en movimiento y crean  un inmenso impulso de avance.


Mito 7:
Las compañías visionarias son un magnifico lugar para trabajar, para todo el mundo.

Realidad: Solo  quienes  “concuerdan”   sumamente  bien con la ideología básica y con las exigentes normas de una compañía visionaria encontraran que ella es un gran lugar para trabajar.


Mito 8:
Las  compañías  de gran éxito logran sus mayores aciertos  en virtud de una planificación  estratégica brillante y compleja.

Realidad:    Las   compañías   visionarias   logran   algunos de sus mejores aciertos mediante experimentación, ensayos  y  errores,   oportunismo   y  puro   accidente.   Lo que retrospectivamente parece brillante previsión y pre planificación fue a menudo resultado de “ensayar un montón de cosas y conservar lo que funciona”.


Mito 9:
Las compañías deben contratar por fuera presidentes fin de estimular el cambio fundamental.

Realidad:   En  1700 años  combinados   de  duración  de compañías visionarias solo encontramos cuatro casos individuales de buscar un presidente por fuera y  eso en solo dos compañías. La gerencia formada en casa es la regla en las compañías visionarias. Una y otra vez han vuelto trizas la  idea  convencional  de  que  cambio  significativo  e ideas frescas no pueden venir de los que están dentro.


Mito 10:
Las   compañías de  mayor éxito  se  concentran principalmente en superar a la competencia.

Realidad: Las   compañías   visionarias   se   concentran principalmente en superarse a si mismas. El éxito y el superar a  la  competencia   vienen no  tanto como la meta final sino como  resultado  residual  de plantearse constantemente  la pregunta: “¿Como podemos mejorarnos a nosotros mismos para hacer mejor mañana lo que hicimos hoy?”.


Mito 11:
No se puede oír misa y andar en la procesión.

Realidad:  Las compañías visionarias no se mortifican con la “tiranía de la disyuntiva”, o sea la idea puramente racional de que uno puede tener, o bien A, o bien B, pero no ambas cosas a la vez. Rechazan tener que elegir entre estabilidad o progreso; entre culturas como cultos o autonomía individual; entre gerentes formados en casa o cambio fundamental; entre  prácticas  conservadoras o grandes metas  audaces; entre hacer dinero o vivir de acuerdo con valores y propósito.


Mito 12:
Las  compañías  se  vuelven  visionarias  principalmente por hacer una “declaración de visión”.

Realidad: Las compañías visionarias han llegado a la posición en que están no tanto porque hicieran declaraciones de visión (aun cuando si las hicieron).   Tampoco han llegado a ser grandes por haber redactado algunas de las declaraciones de visión, valores, propósito misión o aspiración que se han hecho populares en administración.



EL MITO DEL GRAN LÍDER CARISMÁTICO

No es necesario en absoluto un estilo carismático de alto relieve para formar  una compañía visionaria. En realidad, encontramos que algunos de los ejecutivos más importantes en la historia  de las compañías visionarias no tenían las características de personalidad del arquetipo de líder carismático, visionario y de gran relieve.


Si usted esta tomando parte en la creación y administración de una compañía, le pedimos que piense menos en función de ser un brillante visionario de productos, o en buscar las características de personalidad del líder carismático, y piense más en función de un visionario organizacional y en construir las características de una compañía visionaria.



Fuente: "Empresas que perduran", Jim Collins.-

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