lunes, 18 de marzo de 2013

Cuidar el Medio Ambiente y de paso cuidar el mercado


Cuidar el Medio Ambiente y de paso cuidar e mercado:
¿Cómo ser un emprendedor ecológico?



¿Se puede ser emprendedor y ecológico? Una ecuación difícil pero posible.

Desde hace algún tiempo, ser un emprendedor ecológico es una tendencia que ha ido creciendo en el tiempo. El hecho de que cada vez más se valore la buena relación con el medio ambiente ha hecho que los emprendedores en sus planes e ideas de negocio tengan contemplado una relación amable con la naturaleza.

Hoy en día ser un emprendedor ecológico constituye una ventaja competitiva.

Tanto por una genuina intención de cuidar el medio ambiente o como consecuencia de las cláusulas de impacto ambiental que muchas veces están incluidas tanto en los requerimientos de instalación de proyectos industriales como en los pactos económicos actuales como los tratados de libre comercio, lo de ser un emprendedor ecológico ya es parte del mundo empresarial.

Esta tendencia de cuidar el medio ambiente, también la puede incluir el emprendedor, ya sea como sello de presentación en el mercado o en su práctica cotidiana. En el caso de que decida ser un emprendedor ecológico, lo ideal es que siga los siguientes pasos, vinculados al actuar del día a día.

El primer paso es juntar a sus empleados y comenzar a inculcarles la idea de ser parte de un emprendimiento ecológico. Esto significa en la práctica comenzar a generar en el emprendimiento una serie de prácticas cotidianas como el ahorro energético, usar material reciclable y cuidar el agua, entre otras prácticas amistosas con el medio ambiente.

Un segundo paso es cuidar el consumo de energía eléctrica. Es sabido que para generar electricidad se usan muchas veces recursos no renovables como petróleo y carbón, es por ello, para evitar su agotamiento y ahorramiento es comenzar a ahorrar energía eléctrica. No dejar la luz prendida o tener prendido las computadoras del emprendimiento ayudará a ahorrar el consumo energético. Esto es también válido para el consumo de agua y gas.

Un tercer paso es cuidar la generación de emisiones de C02. Todos los emprendimientos, aunque usted no lo crea, generan emisiones de CO2, como consecuencia del consumo de luz y gas, además del uso de vehículos. Aunque es difícil en términos reales cuantificar el consumo, lo ideal es comenzar el ahorro lento y paulatino de lo que genera emisiones de C02.

Un cuarto paso es clasificar la basura que genera el emprendimiento. Para ayudar a las labores de reciclaje, lo ideal es que en el emprendimiento se pueda clasificar la basura entre orgánica e inorgánica. Para distinguir los dos grandes tipos de basura, hay que decir que la basura orgánica son los desechos de comida y la inorgánica el papel, el plástico y el vidrio entre otras.

Un quinto punto y final es buscar acreditarse ante organismos o organizaciones no gubernamentales como un emprendimiento ecológico. Logrando este reconocimiento podrá usar dicho aval para poder venderse como un emprendimiento ecológico.
 

viernes, 1 de febrero de 2013

Innovación, Cambios y Oportunidades

 
Innovación, Cambios y Oportunidades
 
Si uno habla de sus creencias, atraerá a los que creen en lo mismo. Ahora, ¿Por qué es importante atraer a gente que comparte nuestras creencias? La razón se encuentra en la “Ley de difusión de la Innovación”(*): el primer 2.5% de nuestra población son los innovadores, el 13,5 % de nuestra población son los adoptadores tempranos, el próximo 34% son la mayoría temprana, el siguiente 34% son la mayoría tardía y el 16 % restante son los rezagados. Lo que la “Ley de difusión de la Innovación” nos dice es que si queremos el éxito del mercado masivo o que una idea sea aceptada en el mercado masivo (34% dela mayoría temprana + 34% de la mayoría tardía), no puede lograrse hasta alcanzar el punto de inflexión que está entre el 15% y el 18% de penetración en el mercado (entre el 2,5% de innovadores + 13,5 % de adoptadores tempranos + una parte del 34% de la mayoría temprana). Esto significa que cualquier campaña destinada a captar el 10% de los clientes, nunca llegará a convertirse en éxito del mercado masivo. Ningún éxito del mercado masivo sucederá hasta que una parte de la mayoría temprana comience a adquirir nuestros productos o servicios. Ninguno integrante de la mayoría temprana, y menos aún de la mayoría tardía, se sentirá atraído hacia nuestros productos o servicios hasta que alguno de sus integrantes lo haya hecho. Mientras tanto, el 2.5% de los innovadores y el 13.5 de los adoptadores tempranos, se sienten cómodos tomando esas decisiones intuitivas, que son guiadas por lo que ellos creen a cerca del mundo y de nosotros y no por el producto que está disponible, compran por sentir el orgullo de ser los primeros.
Como todo, los mercados y los clientes están cambiando, cambian entonces sus necesidades y las formas de resolverlas. Los productos y servicios que la empresa ofrece dentro de su propia teoría y modelo del negocio, tiene que estar acorde con estos cambios de necesidades, de lo contrario se fracasa. Pero ajustar permanentemente la cartera de productos y servicios de la empresa a las nuevas necesidades del cliente, es propio de la innovación, entendida esta como un proceso sistemático de transformar ideas en negocios y/ o productos o servicios como satisfactores para el cliente y al mismo tiempo para la empresa. En otras palabras productos y servicios rentables. La elaboración del plan estratégico requiere entonces personas que tengan conocimiento del negocio, requiere del talento para desarrollar nuevas ideas de esas personas y requiere motivación, entusiasmo y ganas de aportar a la empresa. Elaborar planes estratégicos es un tema duro. Pero, implementar el plan, llevarlo a la práctica enfrentando y conviviendo con los problemas del diario vivir, es aún más duro.
La innovación es bienvenida por el proceso de Planificación Estratégica porque es esencial para revitalizar planes, programas, procesos operacionales y productivos, motivar al personal y sus ejecutivos y colocar al cliente en el centro de las decisiones. Por eso todo plan estratégico debe fijarse constantemente objetivos de innovación y mejora continua, mirando hacia el futuro en las nuevas necesidades de los mercados, análisis de cambios en las tendencias y desarrollar Estrategias innovadoras que permitan ajustarse a esas nuevas realidades. Los cambios en los Valores y en las características económicas de los mercados y de las industrias, constituyen una fuente riquísima de innovación y de oportunidades, que permiten crear utilidades para el cliente y la empresa, modificando el valor económico de los productos o mercados, o adaptando a la realidad económica o social de los clientes, los productos o servicios actuales.
Pero la innovación siempre está relacionada con proporcionar al cliente y al mercado –a través de su cartera de productos o servicios – lo que para este tiene valor. Cualquier producto o servicio que deja de tener valor para un determinado grupo de clientes o mercados es el inicio del fracaso de una empresa o negocio y por lo tanto significa que los supuestos de la teoría y del modelo de negocios han cambiado.

 
La Planificación estratégica debería preocuparse constantemente de revisar las propuestas de valor y los cambios de estas propuestas para ajustarlas a las oportunidades del mercado, que muchas veces están frente a nosotros en nuestras narices, pero que no las vemos por la perturbadora burocracia interna o por aferrarnos mentalmente a una teoría o modelo de negocios en obsolescencia.

 

(*)La difusión de innovaciones es una teoría sociológica que pretende explicar cómo, porqué y a qué velocidad se mueven las nuevas ideas (y tecnologías) a través de las diversas culturas. El concepto fue estudiado por primera vez por el sociólogo francés Gabriel Tarde (1890) y por los antropólogos alemanes y austríacos Friedrich Ratzel o Leo Frobenius.[1] Su idea aplicada inicialmente a la epidemiología en términos de influencia-interna fue formulada por H. Earl Pemberton,[2] La idea es entendida como una explicación acerca de como una innovación es comunicada a través de ciertos canales, a través del tiempo, entre los miembros de un sistema social y cómo esta 'nueva idea' es aceptada y divulgada entre sus miembros de la red social. La teoría fue muy popular gracias al texto escrito por Everett Rogers (1962), Diffusion of Innovations. Se trata de un tipo especial de comunicación en el que los mensajes corresponden a nuevas ideas, su aplicación se hizo muy popular en el área de mercadotecnia.  La investigación de la teoría de la innovación comenzó entre las décadas de los años cuarenta y cincuenta. Algunos de los estudios iniciales comenzaron con la investigación de difusón de innovaciones en agricultura en sociedades agrícolas. Muchas de estas ideas en diferentes campos dieron lugar a que Everett Rogers publicara en 1962 un libro titulado: Diffusion of Innovations. Un siglo antes en Europa el sociólogo Gabriel Tarde emitió una teoría similar que denominó la "ley de imitación". El concepto de Tarde es entendido en la teoría de innovaciones la imitación como adopción. Otro de los padres de la teoría fue el sociólogo Georg Simmel que describió la difusión de noticas en redes homofílicas. Fuente: Wikipedia.       
 

 

domingo, 6 de enero de 2013

Etapas en la creación de una visión compartida



Etapas en la creación de una visión compartida



Seguidamente les presento un modelo  que nos permitirá  trabajar  el proceso  de generación de la visión en cualquier organización, pero siempre  hay que  tener en cuenta  cuál es la madurez del grupo para un cometido tan importante y no olvidar nunca  que no habrá cambio  exitoso si no hay formación para el cambio.

Etapa “0”: Preparar las mentes: en esta etapa se facilitará información sobre el proceso  de generación de una visión compartida. En este punto, la asunción del liderazgo  por parte del equipo  directivo es esencial, estableciendo el camino  a recorrer y lo que se precisa de cada uno. Toda idea surgida del grupo es del grupo, y no de tal o cual persona, lo que producirá gran implicación  en el proyecto.

Etapa 1: Análisis interno y externo  de la organización: Fortalezas y Debilidades.
Qué  hacemos mejor y qué  nos diferencia  de la competencia y… los que prefieren la competencia ¿por qué la prefieren?

Etapa 2: Análisis de los valores que nos han ayudado a estar donde  estamos: qué valores están presentes, cuáles  nos sirven, cuáles  no, cuáles  tendremos que crear, cómo haremos  su difusión…

• Etapa 3: Grandes  tendencias del entorno  y de la sociedad: en qué medida son un peligro o una oportunidad para nosotros los cambios  que podemos imaginar  (es fundamental manejar  información prospectiva sobre  nuestro sector y sobre las tecnologías emergentes). Qué  cambios  esperamos en la sociedad y cuáles  son los que estamos  dispuestos  a aceptar.

• Etapa 4: Visión de la organización: cuál es nuestra  visión. ¿Es compartida nuestra  visión de la organización? ¿Por qué?

• Etapa 5: Elaboración de la estrategia: para alcanzar ese futuro soñado  y posible. Selección  de prioridades y de los mejores escenarios posibles.

• Etapa 6: Identificación de Obstáculos:
Externos: sorpresas,  rupturas,  diferencias  imprevistas...
Internos: inercia,  cambio  de los decisores, individualismos, capillitas…
Una vez identificados, deberá  disminuirse  al máximo posible el impacto  de cada  uno de ellos.

• Etapa 7: Acciones concretas de todos los participantes: ésta es una etapa de Toma de Decisiones sobre  elementos clave  en la organización, ya que ahora  disponemos de una panorámica total de la organización. Los compromisos deben  ser asumidos  por los participantes y por la organización.

Es indispensable la coherencia directiva entre lo que se piensa y lo que se hace: frecuentemente, en las empresas existe una incoherencia o contradicción entre lo que se dice que se hace y lo que realmente se hace, provocando confusión, desilusión, falta de compromiso y absentismo físico o psíquico por parte de colaboradores y empleados. Deberemos ser coherentes con los mensajes que transmitimos y con nuestras actuaciones como directivos, esa es una característica determinante del liderazgo personal y organizacional.